Pocas veces reflexionamos acerca de los valores, sentimientos y emociones que enseñamos en casa. Simplemente nos dedicamos a preguntar cómo les ha ido en el colegio o en el instituto, cuántos deberes tienen que hacer esa tarde o qué nota han sacado en el exámen de hace unos días.
¿Alguien pregunta en casa con quíen han jugado en el recreo, si se han sentido acogid@s por sus compañer@s en el juego, cómo se han sentido al hacer el examen (tranquil@s, nervios@s, asustad@s, con ansiedad,...) o qué han sentido al recibir la nota del examen?
Vamos a ir por partes. ¿Sabemos
nombrar las emociones? Es importantísimo que conozcamos qué tipo de emociones nos están afectando en determinadas situaciones o momentos concretos. Nombrarlas y reconocerlas hará más fácil su control. Tanto las positivas como las negativas. Conocernos a nosotr@s mism@s nos ayudará a conocer y a respetar más a l@s demás. Os dejo este enlace donde podéis escuchar, entre otr@s, a Elsa Punset hablar sobre las Emociones:
Escucha emociones aquí
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Nos valoramos positivamente? En nuestra cultura, cuando escuchamos que alguien se valora positivamente, el primer pensamiento nuestro es que es una persona orgullosa y vanidosa. No dejamos que nadie esté por encima de nosotr@s, pensamos que es un error valorarse y reconocer nuestras cualidades. Pues estamos totalmente equivocad@s. Necesitamos cambiar esta forma de pensar que hace que nos sintamos siempre negativ@s, que sólo reforcemos en nuestro entorno las características, actitudes o pensamientos negativos y que no ayuda en nada a que nuestr@s hij@s crezcan con una buena autoestima, con una buena asertividad, en definitiva, con dignidad. Empecemos en nuestras casas a
valorar positivamente, primero a nostr@s mism@s y luego a nuestr@s hij@s y nuestr@s familiares. Si siempre les reprochamos sus errores y sus malos actos, ell@s lo repetirán porque ven que así llaman tu atención.
Y si en casa fomentamos las conductas positivas, repercutirá en el comportamiento y la actitud de nuestr@ hij@, lo cual hará que la convivencia mejore tanto en casa como en la escuela.
L@s niñ@s actuan por imitación o por contradicción. La visión que tienen de nosotr@s les condicionará en sus vidas ¿Qué ejemplo les estamos dando? ¿Cuál es el tipo de educación que enseño? ¿Responsable, Permisivo, Negligente, Autoritario?
Merece la pena pararse y reflexionar. Tomar nota. Aprender. Actuar. Si queremos, podemos hacerlo. Os dejo algunos enlaces interesantes, aunque por supuesto hay muchos más:
Y un libro que me recomendó una amiga:
Padres Brillantes, Maestros Fascinantes.
Muchas gracias.